Llega el
martes de terror y esta vez viene con unos consejos que, si les gusta o
escriben este género, podría interesarles mucho.
Básicamente
porque, como les dije en los podcast que hice y que están basados en terror, no
es lo mismo hablar del miedo a algo físico a hablar de una idea terrorífica que
azota a tu protagonista.
Ahora sí.
Comenzamos.
1. - Tienes que darle una forma concreta a tu miedo
Y no. Con
esto no me refiero a que la pongas como algo físico. Antes de poder desarrollar
tú historia, lo que tienes que hacer es saber de qué vas a hablar. ¿Tú
antagonista es un fantasma? ¿Es una persona idealizada? ¿Es la idea de un miedo
materializado?
Un ejemplo
de un miedo bien plasmado es “El proyecto de la bruja de Blair”.
Aquí los
protagonistas escuchan la historia de lo que hizo la mujer y como murió, y ya
cuando entran en el bosque es que comienzan a sugestionarse con la leyenda,
además de que los ayuda un poco el hecho de que se pierden. Cuando se
encuentran con aquella figura medio tejida por entre los árboles, ellos ya
están demasiado temerosos como para pensar con claridad y comienza la
pesadilla.
Si no me
creen, vean la película. Ese sí que es terror psicológico a toda regla, sobre
todo porque nunca se ve a la dichosa bruja y no sabemos si en verdad existe o
si los jóvenes solo se dejaron llevar por el miedo.
Como aquí no
podemos hacer mucho uso de un antagonista en forma, hay que elevar los niveles
de misterio en torno a los personajes y/o los protagonistas. Para ello tienen
que hacer uso de varios elementos clásicos del terror.
—La
oscuridad. —Espacios cerrados.
—Desvaríos
de la mente. —Ruidos provenientes
de ningún lugar.
—Sugestiones.
—Leyendas que parecen tener un fundamento real.
—Narración
en contrarreloj, etc.
3. - Un escenario idóneo
¿Quieres que
tu historia se desarrolle en una escuela, a plena luz del día? Supongo que se
puede, pero te va a costar trabajo atemorizar a tu lector, ¿Prefieres situarla
en un parque de diversiones repleto de gente? Mmm, no creo que funcione, ¿Mejor
cambias a una calle a medianoche? Perfecto. Ahora si hablamos el mismo idioma.
Sí, yo sé
que muchos me van a decir que ya está muy visto eso de atemorizar gente en una
calle cuando el reloj marca las 12, pero véanlo de este modo: en el mundo ya se
contaron todas las historias que se tenían que contar. No hay más ideas
originales. Todo lo que te queda es reciclar una idea y darle un punto de vista
diferente.
Acuérdense
que no somos iguales, y eso también se aplica al momento de contar una historia
de terror. Si no me creen, pregúntenle a la pobre de Nicole Kidman en su papel
de Grace en la película de “Los otros”. El lugar donde rodaron la película
estaba supertenebroso con toda esa niebla y los sitios oscuros, y eso junto con
lo que viven ella y los niños en la casona ayudó mucho a llevar a buen puerto
la historia.
Nop. No importa lo que digan, no pienso salir en una noche así. |
4. - No reveles todo
Así es. Ni
aunque termines de escribir tu cuento o novela, des todas las respuestas. Esto
está basado en términos de intriga que ayudan a los escritores a regular los
datos, todo esto a modo de que los lectores guarden la trama por más tiempo en
sus cabezas. Ya sea para plantearse que tipo de secretos escondiste o por el
simple hecho de que los impactó el hecho de que algo quedara en las sombras.
Si quieren
saber más del misterio y de la tensión, les dejo una entrada bastante completa
sobre ambos temas.
5. - ¿Algún objetivo por el cual vivir?
Uf. Cuantas
veces no hemos visto personajes que solo están en una historia para que el
autor desquite con ellos sus impulsos homicidas (No todos. Solo unos cuantos).
No sé ustedes, pero yo prefiero un relato con un solo personaje y un antagonista,
que uno con varios personajes que van a terminar siendo “escabechados” por el
malo y/o por otro villano.
Con esto en
mente me voy a la siguiente pregunta, ¿Los personajes de verdad tienen un
motivo para sobrevivir? Familia. Hijos. Una pareja. Amigos que los estiman
mucho. Alguien o algo que los necesite o que tengan que hacer con desesperación
antes de morir.
Si su
respuesta es no o los motivos de vida no les convencen, y están hablando de un protagonista,
entonces tal vez deban plantearse el hecho de que puede no salir con vida de su
odisea. Igual que la pobre de Eleanor Lance (Julie Harris), en la adaptación
del libro de Shirley Jackson “La maldición de Hill House”. Una novela y
película que los hará dudar hasta de la misma cordura de su protagonista.
Y con esto
termina la entrada de este martes. Acuérdense que el miércoles acaramelado
viene, así que no se les olvide dar una vuelta por aquí mañana.
Ahora sí,
las preguntas de rigor. ¿Conocen alguna otra película que se maneje dentro del
terror psicológico? ¿Y qué me dices de novelas y cuentos? ¿Alguna vez han
intentado escribir algo como esto?
Si les gustó
la entrada y quieren que su madre, padre, abuela, vecino o el perico la lea,
son bienvenidos a compartirla y comentarla por redes sociales. Si lo prefieren,
también pueden dejar un mensaje en la caja de abajo. Si esta no es la primera
entrada de la página que lees, y te gusta, ¿Por qué no te unes a esta aventura
multigénero? Así podrás recibir información especial antes que nadie, además de
que tendrás la oportunidad de enterarte de las novedades en la página.
Nos leemos
después.
El club levanta la sección.
No hay comentarios.:
Publicar un comentario