Tan tan, tan
tan.
¿Quién no
escuchado la expresión “inocente como un niño”? ¿Alguna vez han oído que los
más pequeños de una familia son los más vulnerables?
Bueno, lo
cierto es que la mayor parte de nosotros (si no es que todos), se nos ha
inculcado que cuando algo malo pasa en una casa o en la calle, quien menos
culpa tiene en el asunto son los niños. Por supuesto, su falta de experiencia y
conocimiento los protege al momento de un atentado, al grado que si alguien
lastima a cierto infante podemos llegar a sentirnos terrible por este, y de
paso adoptamos un odio instintivo hacia la persona que se atrevió a hacerle
daño a tan pobre creatura.
Ahora
díganme, ¿Qué pasa cuando la maldad se esconde tras un rostro infantil?
En esta
nueva sección de la página, toca el turno de hablar sobre
aquellos niños que no han sido muy buenos dentro de sus historias. Porque, ¿qué sería de la vida sin un giro de 360° a la imagen angelical que ciertas
personas poseen de forma nata?
Comenzamos.
Comienzo suave: Una vuelta de tuerca de Henry James
¿Quién no ha
leído este clásico del terror? No sé ustedes, pero a mí me sorprendió mucho el
revés que sufrieron los personajes a medio clímax de la historia.
Para quienes
no han leído el libro, esta trata sobre una institutriz que acude a cierta casa
apartada de la ciudad a cuidar a unos hermanos. Al principio todo va bien con
ellos y no tienen ni un solo pero en su comportamiento. Tanto el niño como la
niña parecen un par de adultos en miniatura, todos correctos y atentos a
obedecer a las enseñanzas y consejos que les imparte la mujer. O por lo menos
eso es al principio… Conforme va avanzando la trama nos vamos enterando de
cierto suceso inquietante que ocurrió en la vivienda, y que tiene que ver
directamente con los niños.
Si les gusta
el terror gótico o las novelas con una pizca de misterio, bien pueden darle una
oportunidad a esta. Como lo dice arriba, el grado de sustos en ella no es muy
fuerte.
Término medio: Los niños del maíz y El misterio de salem´s lot de
Stephen King
Si, ya se. Dos
en uno. ¿Qué puedo hacer si pertenecen al mismo autor? Sólo que en uno veremos
a un grupo de niños menos macabro que… No, esperen. Viéndolo bien, ambos bandos
son bastante terroríficos.
Ok. Confieso que la niña si se ve algo creepy |
En Los niños del maíz, conocemos a una pareja
que llega a cierto poblado que se encuentra medio cubierto por kilómetros de
maizales. Van charlando de cualquier cosa (después discutiendo), cuando de
repente algo se cruza en su camino y lo golpean con el auto. Es un niño, y
cuando notan que ya no hay vida en su cuerpo lo esconden en el maletero,
dirigiéndose al pueblo más cercano donde, no pueden pasar por alto que el sitio
se ve sucio y desolado.
No hay ni
una sola persona en el lugar, o eso parece.
En el
segundo libro nos encontramos con una interesante “infección”, que poco a poco
se va apropiado de un poblado en Maine. Nadie sabe cómo o porque se da y, el
lector es el único que sabe quién es el causante principal de que semejante
problema este viendo la luz. Un niño.
Claro que
después se encargan de mostrar al verdadero antagonista de la historia, pero de
principio, y díganme si no lo pensaron, todo se dio por culpa de un pequeño.
¡¿Pero qué estoy leyendo?!: Álbum de Alberto Chimal
Y llegamos
al punto máximo de los niños “encantadores”, con un cuento sobre una pequeña
que, sinceramente, no quisiera encontrarme en medio de una carretera.
Esta niña es
el epitome de la destrucción injustificada. Literal.
No duda en
herir a quienes la quieren, carece de escrúpulos, tiene mucha imaginación y, lo
peor de todo, no hay culpa en esa cabecita.
Si les
interesa conocer la historia, les dejo el enlace aquí. Es tan corta y expresa tanto en sus párrafos que
estoy casi segura de que, cuando la terminen de leer van a terminar con cara de
WTF.
Con esto
termina la entrada de hoy. Nada más acuérdense que son bien preguntona y me
interesa su opinión.
¿Conocen
algún otro libro donde los niños jueguen un papel de villanos? ¿Qué me dicen de
una película? Hay muchas en el cine, así que recomiéndenme una.
Recuerden
que si les gusta la entrada, son bienvenidos a darle like en redes sociales o,
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de abajo. También tienen luz verde para compartir la entrada.
El club
levanta la sesión.
Hasta la
próxima noche.
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